04 marzo 2006

Jalea Real

¿Estás deprimido? ¿Vas sobrevolando el Atlántico y tu avión entra en zona de turbulencias y no te queda más que confiar en que no te parta un rayo? ¿Te deja tu marido con cuatro hijos, sin trabajo y una hipoteca de las que si fueran premio de la lotería te retirabas del mercado? ¿Estás aburrid@?
¡Medicina para tus males!
Carnival Conspiracy, el último CD de la banda de Frank London.

Todo el espíritu de la subversión carnavalesca, el ritmo descarado de una fusión de sonidos de la Fiesta, klezmer, samba, banda norteña, jazz. Hay que oírlo. Sobre todo, disfrutarlo en medio de una tormenta en pleno Triángulo de las Bermudas, homenaje involuntario a la esencia transgresora del carnaval. Durante mi viaje, el Gran Regreso que ya contaré, este Cd ha calmado mis nervios y me ha recordado que por muy mal que se vean las cosas desde un avión temblequeando sobre kilometros de océano, siempre quedará la música para encantar a las serpiertes. Cualquier serpiente, hasta la del miedo a la muerte y al retorno.

03 marzo 2006

Unos meses después

Es terrible ser tan inconstante. Cuantos diarios no habré comenzado y todos quedan en el camino, como ha quedado la descripción del magnífico concierto de The Klezmatics, en La Cigale, en octubre pasado. Nos fuimos a París el mismo sábado, toda una locura, primera clase en el TGV, diluviando en Bruselas y en París un cielo que amenazaba de azul. Una semana después empezarían las revueltas, así que tuvimos mucha suerte.
La Cigale está en pleno Pigalle. Klezmer, prostitutas, cafés, restaurantes, más klezmer. Nosotros sin entradas, la Cigalle que no abre hasta las 6:30pm, empieza a llegar gente, mi chico que ve entrar por un lateral a Lisa Gutkin. Finalmente tenemos las entradas y la opción de dispararnos a la Banda de la Paz del Medio Oriente, o something like that, o esperar a las 9 de la noche. No quiero amargarme la noche, esta noche tan especial, con un concierto que a lo mejor no me guste. Así que dejamos tiempo a los maestros y la Banda a los madrugadores.
Espléndidos, es todo lo que puedo decir. Me encantó la participación especial de Roberto Juan, la voz de Lisa, que oía por primera vez y el "London Show". Darriau que se cree que habla francés, London que habla español creyendo hablar francés, sus contínuas desapariciones detrás del telón, esa chispa lúdica que tiene su klezmer y sus interpretaciones. Una fiesta.
Al encender las luces, Krakauer (o su personaje) sentado delante nuestro.
Al otro día el Louvre, el Quartier Latin y más y más París, esa ciudad que encanta.