Diormood

Estos ojos tan bonitos pertenecen a Diormood, mi mejor amiga. He elegido sus ojos y no sus manos o su sonrisa (otras de las cosas que la hacen inolvidable), porque me parece que su mayor encanto está en la peculiar mirada que lanza sobre todas las cosas. Diormood ha tenido dos años muy jodidos, los peores de su vida probablemente, en los que le ha pasado de todo, más o menos el total de desgracias que suelen ocurrirle a una persona en toda su vida. Ella ha aguantado el diluvio con una dureza y una fuerza que me llenan de admiración cada vez que lo pienso.

Aunque estudiamos juntas, nuestra amistad no fue un flechazo, al principio no nos tragábamos. Curiosamente, fue el griego clásico (esa pesadilla), lo que nos unió a ambas. Y aunque pasamos 6 largos años sin vernos, en el 2006 fue como si nos hubiésemos despedido el día anterior.

Dear sister, de los buenos quedamos pocos y hay que cuidarnos, pero de las geniales quedas sólo tú.

Tú y yo subimos al cielo

Estoy escuchando a la increíble Yasmine Levy, otra recomendación en mi personal terapia contra el miedo a los aviones. Y que mejor que "Tú y yo subimos al cielo", para esos despegues de pesadilla, en los que recuerdas todas las catástrofes pasadas y futuras.
Yasmine tiene una de esas voces que te desgarran, que fomentan empatía con solo susurrar el dolor o el amor que cantan.
Divina Levy.